Una visita a Sídney no estaría completa sin admirar las impresionantes cuevas de arenisca y las vistas infinitas del océano en una caminata por la costa entre Bondi y Coogee. También puedes visitar el zoológico Taronga, reconocido como Patrimonio de la Humanidad, donde podrás acercarte a los adorables koalas o a las elegantes jirafas, y luego seguir al norte hasta Manly para disfrutar de una pequeña ciudad de amantes del surf, con aire relajado y tiendas boutique.
El verano es una magnífica época para visitar Sídney, ideal para disfrutar de una caminata escénica por la costa desde Rose Bay hasta Nieslon Park en Vaucluse, probar pescado y patatas fritas en Watsons Bay y luego ver fuegos artificiales en Darling Harbour. Si viajas en enero, no olvides comprar un boleto para el cine al aire libre ubicado en Mrs. Macquarie’s Chair o para uno de los espectáculos musicales o artísticos que forman parte del festival de Sídney. Si te gusta navegar, viaja a Parramatta desde Circular Quay en catamarán, bordeando la bahía de Sídney que se extiende hacia el oeste para convertirse en el río Parramatta. Hay mucho que hacer y ver en el oeste de Sídney como descenso de ríos, karting e incluso carreras de automóviles con instructores profesionales.
Puedes hacer un viaje durante el día desde Sídney hasta las impresionantes Montañas Azules, a bodegas de vinos galardonadas en el valle de Hunter, a la capital Canberra o, si lo prefieres, ir al sur, a la idílica Hyams Beach para disfrutar de arena blanca e impresionantes aguas. Prepárate para explorar una de las ciudades más hermosas del mundo cuando planifiques el itinerario de Sídney.